La costumbre de tocar los campanillos o dar la cencerrada (cencerrá en Extremadura), estaba ampliamente extendida por España, especialmente en las zonas ganaderas.
Cencerradas improvisadas
En Guijo de Santa Bárbara se tocaban los campanillos a los matrimonios que se separaban, a los viudos que se volvían a casar y a las parejas que vivían “arrejuntadas”, es decir, sin estar casadas.
Especialmente famosas eran las cencerradas tocadas a los viudos y viudas. En ellas se cantaban coplas compuestas para la ocasión y hablando de los miembros del matrimonio.
Es preciso decir que sólo tocaban los campanillos los hombres. Las mujeres no solían ir a la cencerrada y si lo hacían tocaban tapas de cazuela.
La Noche del 7 y del 24 de diciembre
La tradición de tocar los campanillos a
Por ese motivo, el 7 de diciembre, víspera de
En estas dos ocasiones, sólo salían a tocar los campanillos los niños y jóvenes mientras que a las cencerradas acudía todo el pueblo.
Los campanillos preferidos eran las zumbas y medias zumbas, campanillos propios de las vacas, aunque todo tipo de campanillos eran buenos para dar la cencerrada.
Cencerradas notables
Sin duda, fue famosa una cencerrada ocurrida a principios del siglo XX cuando contrajo matrimonio por segunda vez el alcalde don Luis Ramos pues decía que por ser alcalde a él no le tocarían los campanillos pero se los tocaron tres noches seguidas.
Artículo escrito por Silvestre de